Los datos personales se conservan durante la vigencia de la relación contractual y durante el plazo necesario establecido por la legislación aplicable, o por un plazo de duración definido en atención a obligaciones operacionales, tales como la gestión de la contabilidad, o para hacer valor nuestros derechos ante la justicia, o para responder a demandas judiciales presentadas por terceros. 

Por ejemplo, los datos del cliente se conservan durante la duración de la relación contractual y pueden conservarse durante 5 años o 10 años a partir del final de la relación contractual.

En cuanto a las perspectivas, estos datos se conservan durante 3 años.